Pese a las críticas que han recibido las EBE por estar en un centro separado de los colegios e institutos, la Generalitat continuará con el mismo modelo. "Hay algunos que quisieron colgar la etiqueta de marginales a estas aulas desde el principio. La experiencia es muy buena de momento, por lo que no hay necesidad de rectificar nada", zanjó Maragall.
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